Publicado: 18/02/2021 08:55h. Lecturas: 5561
Se trata de un establecimiento ganadero del norte de córdoba que se propuso intensificar el sistema para que pueda competir con la actividad agrícola.
Ariel Griffa se propuso un desafío: transformar un campo de invernada del norte de Córdoba en un sistema intensificado de cría de terneros que pueda competir con la actividad agrícola.
Se trata del establecimiento La Madreselva, localizado en las inmediaciones de la Laguna Mar Chiquita, que es el mismo nombre de la cabaña Limousin gestionada por Agroganadera Griffa, empresa integrante del CREA Ganadero del Noroeste (región Córdoba Norte).
La empresa realiza un ciclo completo integral: cabaña, cría, recría, invernada, comercialización de novillos pesados y exportación de carne en el marco de la cuota Hilton con destino a la Unión Europea.
“Estamos convencidos de que la cría, para ser competitiva, debe intensificarse para lograr tener niveles de eficiencia comparables a los de la recría y la invernada”, asegura Griffa en un artículo publicado por la revista de CREA.
El primer cambio fue introducir un sistema de alimentación similar al presente en un tambo: pasturas base alfalfa de alta productividad complementadas con verdeos, silaje de maíz y de sorgo.
Sistematizando los procesos
Simultáneamente, Griffa implementó una nueva metodología orientada a sistematizar procesos con el propósito no solo de mejorar la gestión de los recursos disponibles, sino también de homogeneizar la conformación y calidad de la hacienda producida.
“La sistematización de una metodología intensiva además permite que el equipo de trabajo se focalice en diferentes tareas en las distintas etapas del año, lo que contribuye a mejorar la calidad del trabajo y de la vida de las personas que forman parte de la empresa”, apunta el entrevistado.
Para eso se encaró un cambio gradual que comenzó en 2018 con la inseminación de vaquillonas de 13 meses y el repaso de toros durante un período de 91 días para obtener una preñez del 90,7% y un período de parición que se extendió durante 94 días.
En una segunda instancia, el servicio con toros –posterior a la inseminación– se ajustó a 80 días para obtener una tasa de preñez del 84,0%, pero con un período de parición que se comprimió a 74 días. El año pasado ese proceso continuó para reducir el período de parición a 68 días, pero el objetivo final es estabilizarlo en 43 días a partir de 2021.
Los partos
“La concentración de los partos entre julio y la segunda quincena de agosto obedece al hecho de que el campo durante ese período registra el menor riesgo de anegamiento e inundaciones, un fenómeno frecuente en la zona”, señala el productor.
Una vez finalizado el período de partos, el objetivo es contar con otros 43 días para realizar destete hiperprecoz para inmediatamente después inseminar a las vacas si el ternero al pie.
Con el destete hiperprecoz, la disminución de los requerimientos nutricionales de las vacas permitiría incrementar la carga animal, que actualmente se encuentra en torno a 2,0 cabezas/ha.
“La reducción de la tasa del preñez es parte del objetivo buscando porque queremos que los vientres estén aumentando de peso constantemente en el sistema para maximizar ganancia de peso por unidad de superficie, es decir, no queremos tener en el planteo vacas que hayan alcanzado ya su peso definitivo”, sostiene el empresario.
En busca del sistema consolidado
De esa manera, las vacas, luego de tres o cuatro pariciones, deberían salir del sistema gordas para aprovechar la firme demanda existente de esa categoría, fundamentalmente con el propósito de realizar embarques de carne destinada a China.
“El sistema, una vez consolidado, permitirá una mínima superposición de tareas y facilitará las tareas al personal, que podrá estar dedicado a una actividad a la vez”, remarcó.
Además de promover una rápida renovación del plantel por vacas jóvenes, impulsando el avance genético, la metodología posibilita lograr destetes parejos y mejora la posibilidad de control de enfermedades en terneros.
El ABC Rural